Autovía B-224

La nueva autovía B-224... de Martorell al cielo 

La B-224 es un eje viario que pertenece a la red básica de carreteras de la Generalitat, discurre entre Vallbona d'Anoia, donde conecta con el Eix Diagonal (C-15) hasta Martorell, donde enlaza con la A-2 y la AP-7. Este eje une varios municipios en su recorrido como Piera, Masquefa, Sant Llorenç d’Hortons y Sant Esteve Sesrovires, dando servicio a más de 100.000 habitantes de la comarca de l'Anoia, y facilitando las comunicaciones con la ciudad de Igualada.
El objetivo es el de transformar esta carretera en una vía de alta capacidad, que facilite el tráfico de los más de 30.000 vehículos diarios que circulan por alguno de sus tramos y reducir la siniestralidad. Se ha proyectado una vía de dos calzadas con dos carriles de circulación de 3,5 metros de ancho y arcenes de 1,5 metros.

Autovía C-59

La autovía C-59, la gran olvidada

Esta es una de las obras más necesarias para vertebrar la región metropolitana de Barcelona, uniendola de norte a sur desde la futura B-40 hasta la B-20 o Ronda de Dalt. La C-59 es una carretera de 160 km que forma parte de la Red Básica Primaria de Catalunya comunicando el Vallès Occidental y Oriental con la comarca del Moianès. En este caso nos centramos solo en su tramo más metropolitano, de aproximadamente 20 Km, que empieza su recorrido en el sur de Caldes de Montbuí, en el enlace con la futura B-40, hasta la Ronda de Dalt, o B-20, en Badalona. Este eje viario discurre entre áreas urbanas densamente pobladas y polígonos industriales, conectando varias autopistas y carreteras de la red comarcal y local.

B-40 Cuarto cinturón

El cuarto cinturón de Barcelona, una autovía en cámara lenta

Es una autovía de circunvalación del área metropolitana de Barcelona, también conocida como B-40 o Ronda Nord. Actualmente dispone de algunos tramos en servicio, otros en construcción y la gran mayoría en discusión y planificación. Una vez finalizada (supuestamente antes que acabe este siglo XXI) unirá las comarcas del Penedès, Baix Llobregat, Vallès Occidental, Vallès Oriental y el Maresme sin pasar por Barcelona, dando servicio a más de 3 millones de habitantes.

Proyectada en la década de los años sesenta del siglo XX, es una infraestructura a cargo del gobierno central. Los retrasos injustificados, la falta de presupuesto, las indecisiones políticas y las campañas en su contra hacen de esta obra una tortura para los habitantes de los municipios afectados.